Me fascina la magia de lo abstracto. Lo que és si querés y sino és otra cosa…

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miércoles, 11 de febrero de 2009

Amor sin hogar


Mi amor no tiene casa,
es huérfano mendigo y ermitaño.
No tiene tiempo, no tiene forma,
no tiene conexión con lo ideal;
ni un refugio, ni un amigo ni un lugar…
Es pobre, errante y solitario,
es hostil, pagano e imaginario.

Mi amor no tiene ciudad ni camino,
no pertenece a ningún lugar,
es huésped en su propia casa (el corazón).
Pero sabe que existe y que puede encontrar
algo aun más esencial que el resguardo de un hogar,
un sitio diáfano, ideal…
una buena razón para perdurar.

Mi amor es capaz de imaginar, de ensayar,
aun aquello que no recuerda haber tenido,
eso que sabe presentir y vivir sin vivir.
Su instinto nato y su sexto sentido le hablan
de la libertad que otorga un lazo de verdad.
Le cuentan lo que se siente cuando se tiene:
La certeza de estar en donde se pertenece,
la sensación de no querer mutar ni mudarse,
la ausencia del miedo a arraigar.

Mi amor es siempre consecuente
aunque parezca a veces que este a punto de escapar.
Está repleto de llamas que se encienden de la nada,
sobrevive aunque nadie lo proteja,
se defiende a si mismo.
Se incrementa y se propaga,
se hace grande y me avasalla.

Yo sugiero pero él manda,
él dirige y decide que se hace, que se deja,
que es mejor y que es peor.
Yo trato de entenderlo y de avalarlo,
puesto que está claro quien es el vencedor.
Utilizo el fundamento que encuentro en mi mente humana
y me doy las respuestas que creo imprescindibles.
La razón de lo que siento no la busco más,
no me pertenece, se la dejo a él que sabe más.

Mi amor sin hogar busca identidades y destinos,
aquí en el presente, en el pasado y en el futuro también.
Yo entre tanto busco evolución.
Que el dolor me de sabiduría
y la dicha recompensa.
Que la libertad sea del alma
y que la mente no me encierre más…

lunes, 2 de febrero de 2009

Perdido


Te fuiste azotando la puerta
y te juraste no volver,
pero al cabo de unas horas
ahí estabas otra vez.

Supongo que tuviste mil motivos
para regresar,
pero al preguntar porque lo hiciste
no se te ocurrió ninguno.

No sabes porque te abraza
el amor tirano,
te posas en su regazo,
enteregado a su dolor.

El orgullo se te fue
y la razón…
la razón la despediste
por no oírla rezongar.

Estas yendo solo
con tu alma al hombro,
te libraste de la voz de tu conciencia
y de tus malos recuerdos.

No queres oír de reflexiones,
te ocupas de cosas superfluas
por sentirte más ligero
y evadiendo… te perdes los buenos tiempos.

Alejate de lo oscuro
tanto como puedas,
escuchá tus sentimientos.
No dejes que calle tu corazón
.