ojalá no estemos justo mirando hacia otro lado.
sábado, 30 de enero de 2016
Árbol lanza flores
Hay un árbol en la
vereda camino al trabajo
que todos los días cuando
paso me lanza una santa rita color magenta.
Generalmente la ignoro,
pero hoy la acepté.
Me incliné de pasada
sin dejar de caminar,
la agarré y terminé de
incorporarme con una reverencia
esbozando un pequeño
gracias mientras continuaba el paso.
Cuando la ponía en agua se me ocurrió pensar que fue como un sutil
mensaje,
que quizá la belleza está flotando en el aire todo el tiempo
y pocas veces le prestamos atención.
¿Cuantas veces lloverá felicidad y la detendremos
con nuestro paraguas de ceguera temporal?
¿Será que lo complejo de la mente
nos prohíbe advertir las pequeñeces que suceden a nuestro alrededor?
Es difícil prestar atención a los detalles,
pero son los fragmentos los que le dan forma al curso de la historia.
O acaso mucho antes de nacer… ¿no fue por ese instante que llegamos
antes
en la épica carrera de la vida que hoy estamos aquí?
¿No se desata un desastre garrafal algunas veces
a causa de una pequeña palabra que no supiste decir
o por esa otra que no pudiste callar?
Cada detalle por minúsculo que parezca cuenta.
Lo mejor sucede en un instante,
ojalá no estemos justo mirando hacia otro lado.
ojalá no estemos justo mirando hacia otro lado.
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