domingo, 9 de diciembre de 2012
La prosa se traza con miel
Mi boca de papel se
hizo verso
y escribió sobre tu
piel.
Tu voz, hilo de seda,
vistió mi desnudes.
El corazón exaltado
saltaba en su celda
de huesos,
siempre a punto de estallar
en pedazos
y volar de mi pecho a
tu mano.
Pedí tiempo prestado
al sueño
para vivir una noche a
tu lado.
Dios entrelazó tu suerte
a la mía
y me quedé cada
siguiente noche.
Osado el destino
cambió de un solo paso
el camino,
volvió un sueño el
presente
matizando
el ambiente del mejor color.
Impredecible historia
que el futuro ni sueña…
no sé sabe que ocurrirá,
no contemplo riesgo
ni probabilidad.
No obstante… intento
hacer reservas de tu amor
por si llegaras a faltarme
un día,
también dejarte todo
lo que soy
por si llegara a
faltarte yo.
…pero me cuesta, no
puedo.
No puedo racionar nada,
no quiero razonar
nada.
A tu vaivén se mece
mi alma,
tu corriente me lleva
por las profundidades
más ciertas de la
vida.
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