Amo tu suspiro
es tan dulce, tan tierno…
lleva al hombro la pasión,
carga con numerosas esperas
y toneladas de ganas.
Habla de la opresión y de la rebeldía,
cuenta de la injusticia de la lejanía
con dejo de tristeza y resignación,
me hace tiritar de pena, alegría y amor,
todo a la vez.
Te sostengo con la mano en el cristal
con reciproca comprensión,
se exactamente lo que sientes,
lo tengo aquí latente…
en el corazón.
El suspiro rezongoso
que se subleva ante la distancia,
esa malvada tirana
que nos obliga a volver a perder ese beso por hoy.
Esas ganas locas de amarse y no poder.
Que ganas de tocarte los labios cuando suspiras…
y sentir el vapor cálido de tu soplido
humedeciéndome el rostro.
No imaginas cuanto quisiera yo
complacer la demanda de tu suspiro,
arrancártelo de cuajo,
remplazarlo por una estridente sonrisa,
luminosa como esa mirada tan linda tuya.
Te imagino a mi lado, muy cerca
y el sonido de la respiración provocando frenesí,
locura preciosa,
placer de vivir.