sábado, 16 de agosto de 2014
Un momento feliz, un pequeño tesoro salvado
Entre un manojo de olvidos
brilla un pequeño recuerdo
igual que una estrella rota.
¿Cómo es que puede sobrevivir
un momento feliz
al guadañazo de
los años
que va cortando hojas y hojas de
almanaques?
¿Cómo pudo conservarse inmaculada una
sensación,
después de todo
el lodo que corrió bajo mis pies,
después de todo
el cielo que se abrió sobre mi piel?
Como si fuera una foto en movimiento,
la memoria
narra ese momento,
con aires de gala de cine.
Incluso lo musicaliza
y deja oír fragmentos
de los diálogos importantes.
Pero aun más que el recuerdo en si
con todo su detalle minucioso,
recuerdo la sensación interna.
Mi tierna percepción adolescente,
como me preparaba para salir al ruedo
y como el mundo parecía un escenario
diferente.
Acaricio con cariño ese recuerdo
que revive una canción cada vez que suena,
aunque involucre a una persona que hoy por
hoy
no tiene ninguna relevancia en mi vida.
Igual que una estrella extinta,
solo reluce su aura en el cielo,
pero aun así… siempre es grato verla.
Conservo ese suspiro de antaño
como un pequeño tesoro.
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